Empecemos por algo obvio: si habéis leído el párrafo anterior, os podéis hacer una idea de que Unbelievable no es una miniserie ni fácil ni agradable de ver. Desde que comienza el capítulo uno hasta que aparecen los créditos en el capítulo ocho, probablemente te revuelvas en el sofá de tu casa preguntándote por qué has elegido darle al play teniendo en cuenta el maravilloso y amplio catálogo con el que cuenta Netflix. Pero que sea una serie incómoda, real y axfisiante para todos los que hemos decidido verla, no quita que sea absolutamente necesaria.
Y es que Unbelievable es una miniserie creada por Susannah Grant, que cuenta una historia real siguiendo dos líneas paralelas. Para ponernos en situación, hagamos un resumen: por un lado, nos vamos a Lynnwood, una ciudad en el estado de Washington. En el año 2008, una joven de 18 años denuncia ante la policía que un hombre ha entrado en su apartamento en mitad de la noche, la ha atado, le ha vendado los ojos y la ha violado durante horas. Por otro lado, avanzamos hasta el año 2011, en el que dos detectives (mujeres) de ciudades vecinas del estado de Colorado investigan dos casos de violación en los que ambas víctimas fueron atacadas en sus apartamentos, las ataron y les vendaron sus ojos. Visto así, sobre el papel, puede parece fácil pensar que las tres violaciones fueron cometidas por el mismo hombre y que hay que buscar al culpable lo antes posible para que deje de violar a mujeres. Pero, como os podéis imaginar, lo que ocurrió fue muy distinto.
El primer capítulo de Unbelievable se centra enteramente en que conozcamos a Marie, la víctima de Lynnwood, interpretada realmente bien por la actriz Kaitlyn Dever. Aprovecho para comentar que os apuntéis el nombre de esta actriz. Aunque hasta el momento quizás ha pasado desapercibida para quien no haya visto Justified, cada vez son más las películas en las que destaca, como por ejemplo Outside In (Netflix). Volviendo al capítulo uno de la miniserie, es bastante probable que la impotencia que hayáis sentido o sintáis cuando tengáis la oportunidad de verlo, roce límites insospechados. Y es que cuando Marie acude a comisaría a contar lo sucedido, los dos policías (hombres) que le toman declaración, se centran más en buscar inconsistencias en su relato que en darse cuenta que tienen delante de sus narices un violador que se ha ido de rositas. Al parecer, el acudir a comisaría para contar que te han violado durante horas, no es lo suficientemente duro como para que te manipulen y pongan en duda tu palabra sin ningún motivo aparente.
La cuestión, es que el infierno por el que tiene que pasar Marie no se acaba después de que su atacante se marche de su apartamento esa noche. De hecho, ese es solo el principio. ¿Cómo puede afectar esto a una chica de 18 años, traumatizada, sin nadie en quien confiar y con un pasado bastante complicado? Efectivamente, dudando de sí misma y ahogándose, aún más, en su propia angustia.
Como os comentaba al principio del artículo, la historia de Marie se desarrolla en paralelo a la investigación de las dos detectives de Colorado: Karen Duvall y Grace Rasmussen, interpretadas de forma brillante por Merritt Wever y Toni Collette, respectivamente. La empatía que sienten por las víctimas, el punto de vista femenino que le aportan a la trama y la complicidad entre ambas actrices, dan lugar a un resultado en pantalla realmente potente y atractivo.
Llegados a este punto, podría seguir contándoos uno a uno todos los capítulos. Pero, además de que nadie terminaría de leer el artículo y eso me pondría muy triste, prefiero que los veáis tranquilamente en casa. Huyendo del sensacionalismo y siendo lo más realista posible, Unbelievable es un retrato muy minucioso y exhaustivo de cómo se enfrenta – de forma nefasta y de forma brillante- una investigación policial. Además, a lo largo de los capítulos se lleva a cabo un respetuoso estudio de una víctima, de su evolución y de cómo le afecta a nivel personal algo tan desagradable que le va a acompañar el resto de su vida.
Y es que, por desgracia, lo que se cuenta en Unbelievable es real. Y eso significa que, si miramos a nuestro alrededor, nos damos cuenta de que historias similares suceden muchas más veces de que creemos.
Unbelievable es incómoda, dura y cruel.
Pero mucho más cruel es que violen a una mujer.