Comparte este artículo

Rate this post

Mi tía tiene 75 años y siempre me cuenta que, de pequeña, aprendió de la vida gracias a las películas americanas que proyectaban en el cine del pueblo. ¿Es eso el cine? ¿Un aprendizaje?

Por supuesto. El cine es arte y cultura, y la cultura es un reflejo de nuestra sociedad. En ella nos miramos para entretenernos, para evadirnos. Gracias al cine vivimos otras vidas; otras vidas que a veces imitamos y de las que aprendemos. El cine como la vida, es un continuo aprendizaje.

¿Cómo es Ángel Cruz? ¿Te montas muchas películas?

Alguien muy inquieto, a veces creo que demasiado. Cuando aún no he terminado de hacer una cosa ya estoy pensando en la siguiente.

¿Si me monto muchas películas? Mis amigos dicen que soy muy peliculero, creo que los estudios de Hollywood se quedan en mantillas comparado con lo que se cuece en mi cabeza.

¿Crees que la sociedad del espectáculo en la que vivimos nos está haciendo inmunes a todo lo que no sean efectos especiales, 3D, grandiosidad… o, precisamente por eso, se abre una oportunidad para el cine más intimista?

La implementación de nueva tecnología ha sido un factor que siempre ha estado muy presente en la historia del cine; ocurrió con el paso del mudo al sonoro, luego del blanco y negro al color, por lo que no es algo que me preocupe. No cabe duda de que a veces el uso excesivo de elementos que deberían ser complementarios en una película, efectos especiales por ejemplo, adquieren tal dimensión y protagonismo que eclipsan por completo elementos fundamentales del film tales como la dirección o el guion.

Respecto a las posibilidades del cine de autor o más intimista, este siempre ha tenido presencia, y la sigue y seguirá teniendo. De hecho hoy en día quizás más que nunca. Hemos de tener en cuenta que la tecnología se ha democratizado y todo el mundo tiene acceso a ella para contar una historia, para hacer una película. Allá donde haya alguien con un teléfono móvil, puede haber una película de autor.

¿Qué opinas del doblaje?

Como dogma casi irrefutable yo recomiendo ver las películas siempre en versión original, ya que si la ves doblada estás perdiendo evidentemente la interpretación que hace el actor con su voz. No obstante, en España tenemos la fortuna de tener la mejor industria del doblaje del mundo; disponemos de unos dobladores extraordinarios y en ese sentido el doblaje se ajusta mucho a la obra de arte original, pero hemos de tener en cuenta que la película ya ha sido manipulada y por lo tanto no es la misma.  

¿Cuánto debería costar una entrada en los grandes cines comerciales?

Creo sinceramente que debería abaratarse un poco para hacerla más accesible a la población. Es cierto que la distribución y la exhibición tienen grandes costes que hay que sufragar, pero en mi opinión deberían sentarse todos los sectores implicados, y debatir para implementar medidas de cara a abaratar el precio de la entrada.

¿Debería el cine ser ‘barato’? ¿O, más bien, ‘asequible’?

Asequible. El cine como la cultura hay que ponerlo siempre en valor y darle un precio. No soy partidario de que la cultura sea 100% gratuita. Los actores, músicos, pintores, los artistas en general que crean las obras de arte no comen del aire, por lo que su trabajo ha de ser retribuido. Al igual que estamos acostumbrados en gastarnos el dinero en cañas o copas, debemos interiorizar que la cultura también tiene su precio. Sin duda alguna tenemos que dignificar el sector.  

Murcia Inspira - «La cultura es un sector estratégico de nuestro país y tenemos que arrimar el hombro para levantarlo»

Eres licenciado en Historia. ¿En qué te ha ayudado tu licenciatura en tu trayectoria en el cine?

El cine es una disciplina más de la Historia del arte, y por lo tanto de la historia.  Tener una perspectiva global de nuestro pasado te ayuda, no cabe duda, a comprender mejor el día a día, dotándote en cierta medida de capacidad de análisis.  

Has sido jurado en festivales internacionales de cine. ¿Cómo se juzga una película, desde un punto de vista profesional?

No es algo que me guste especialmente. Para mí la creación artística es una liturgia casi sagrada, y enfrentarme a una obra de arte es algo que me incomoda, ya que no me siento en posesión de ninguna verdad para juzgarla. Pero bueno, cuando hay que hacerlo, son muchos los factores que influyen en una decisión, aunque siempre tratas de ceñirte a aquellos estrictamente formales y académicos, como por ejemplo la estructura del guion, la puesta en escena, la dirección e interpretación de los actores….

¿Qué ha pasado en la Filmoteca Regional en todos estos años que llevas en la trastienda? ¿Cuándo y cómo pasó la Filmoteca a ser un referente de la cultura en Murcia?

Tengo la suerte de estar en la Filmoteca desde el minuto 0, desde el día de su inauguración. La Filmoteca siempre ha formado parte del tejido cultural de la región; también en 2004 teníamos nuestros llenos. No cabe duda que hemos crecido, muchísimo. Creo que hay un punto de inflexión y es cuando se acometen las obras de rehabilitación del edificio. El centro se transforma por completo y se le dota de 2 salas de exhibición. Este aspecto es clave y fundamental, ya que nos da una versatilidad y unas posibilidades brutales a la hora de plantear una programación.

Decía Paco Rabal que “Las prisas para los delincuentes y los malos toreros”. ¿El éxito de la Filmoteca ha ido de mano de la paciencia?

No cabe duda. Cualquier proyecto cortoplacista está abocado al más absoluto de los fracasos, y más aún si cabe en el ámbito cultural. En la Filmoteca lo  tuvimos claro desde el principio y ahora de alguna manera estamos recogiendo los frutos que sembramos en su momento. Crear un público cautivo y fidelizado no es flor de un día y hay que ir ganándoselo poco a poco.

Las nuevas tecnologías y las redes sociales os han ayudado mucho a la hora de conectar con la nueva audiencia, ¿verdad?

Sin lugar a duda. Las redes sociales son el termómetro perfecto para medir y sondear las opiniones que los espectadores tienen respecto a nuestra programación, y como no, un canal perfecto para poder recoger sus sugerencias. Además, gracias a ella tenemos muchísima más visibilidad y eso hace también que haya un efecto reclamo.

Entiendo que una de las razones de ser de una filmoteca es el apoyo al cine independiente, intimista, al menos conocido… ¿cómo aunáis esto con la realidad de que las películas comerciales atraen a más público?

Tenemos varios perfiles de público, pero un denominador común que caracteriza a todos ellos es su preferencia por el cine de autor. No está en nuestra filosofía y política competir con el cine comercial. El cine independiente, la revisión de las grandes obras maestras de la historia del cine, siempre en versión original, así como la visibilidad y puesta en valor del cine español y el realizado en la Región de Murcia, son líneas fundamentales e irrenunciables en los que se basa nuestra programación.  

Dices que la recuperación, conservación y difusión de nuestro patrimonio fílmico es el objetivo principal de la Filmoteca. ¿Qué tiene que contar Murcia en este sentido?

Mucho, tenemos un rico y variado patrimonio audiovisual depositado en la Filmoteca. Nuestro archivo puede presumir de atesorar la casi totalidad del cine amateur producido en nuestra región durante los años 50 y 60. Durante esas décadas los cineístas amateurs murcianos eran referente a nivel nacional e internacional. Por otra parte, en nuestro archivo también está depositado todo el NO-DO que hace referencia a la Región de Murcia, así como joyas del cine murciano tales como La alegría de la huerta (Ramón Quadreny, 1940), o la recientemente recuperada, con motivo del III Encuentro de Filmotecas Ibéricas celebrada en la Filmoteca de Murcia en 2019, En los jardines de Murcia (Max Joly y Marcel Gras, 1936).

¿Cómo se gestiona una filmoteca? ¿Cómo adquieres los títulos, cómo diseñáis la cartelera, cómo os relacionáis con el espectador…?

En mi caso como responsable de la programación procuro observar y escuchar mucho al espectador. Creo que un gestor cultural no puede diseñar ni plantear una acción cultural sintiéndose por encima del bien y del mal, obviando al público con el que está trabajando y al que van destinadas sus políticas culturales. Un feedback constante con el espectador es fundamental, como lo es también crear tejido alrededor del sector audiovisual, así como trabajar con los diferentes colectivos y oenegés que hay en nuestra sociedad. Tenemos la fortuna de trabajar con la imagen en movimiento, la herramienta de concienciación más potente que existe. A través del cine podemos visibilizar cualquier realidad y abarcar cualquier problema. Este factor nos propicia la ocasión perfecta para crear sinergias con otras instituciones e ir creciendo.

En cuanto a los títulos, la mayoría de ellos se adquieren en distribuidoras profesionales, y el resto en Filmoteca Española o en archivos de otras filmotecas.

Murcia Inspira - «La cultura es un sector estratégico de nuestro país y tenemos que arrimar el hombro para levantarlo»

¿La Filmoteca es rentable?

Tenemos la suerte de contar con el mejor público del mundo. El año pasado nos visitaron cerca de 100.000 espectadores, algo histórico solo superado por Madrid y Barcelona. Está claro que gracias a la fidelidad y el apoyo de nuestro público buena parte del presupuesto de la Filmoteca se compensa.

¿Cómo pueden luchar las pequeñas salas contra los grandes cines de centro comercial?

Es muy complicado. Si no perteneces a una gran compañía te quedas fuera de los canales de distribución y apenas tienes opción de conseguir títulos. Es una pregunta muy compleja que precisaría ríos de tinta para ser respondida.

Las salas, como tantos otros locales, van a sufrir mucho con esta crisis. ¿Crees que la industria de la proyección cinematográfica se reinventará de nuevo después de esto?

La cultura va a quedar devastada después de esta crisis sanitaria y necesita ayuda. Es un sector clave y estratégico de nuestro país y tenemos que arrimar el hombro para levantarlo. En cuanto al cine, ya están funcionando salas virtuales, pero a mi juicio eso no es ir al cine. El cine es una experiencia íntima, por supuesto, para también colectiva y social; tiene sentido en tanto en cuanto puedes compartirlo. Hay que trabajar mucho para recuperar la confianza del espectador y que se sienta seguro viendo una película en la gran pantalla, porque las salas de cine son seguras, y ningún cine abrirá sin que haya absolutas y completas garantías sanitarias, eso lo tengo claro.

¿Cómo imaginas una película sobre la crisis del coronavirus?

Es algo que intento evitar, la verdad. Imagino muchos posibles escenarios y guiones, y algunos no me gustan nada.

Como escritor y guionista que eres, ¿qué fallos le ves a este guion que nos ha tocado protagonizar desde el 15 de marzo?

Creo que nadie estaba preparado ni esperaba algo así; y ni mucho menos soy yo quien para criticar algo en una situación tan extrema y de emergencia como la que estamos viviendo.  Lo que está claro es que hay que apostar de una vez por todas por la ciencia, la investigación, la educación, la sanidad y la cultura.

¿Estás aprovechando estos días para ver más cine?

Estoy viendo cine, pero no más del que suelo ver en un día a día normal. Ten en cuenta que una parte de mi trabajo consiste en ver películas. Durante esta cuarentena, además de continuar con el trabajo, porque la Filmoteca sigue y no descansa, estoy intentando leer, y sobre todo ver alguna serie para ponerme un poco al día, ya que por lo general apenas tengo tiempo para verlas.

¿Qué películas nos recomiendas para la cuarentena?

Cualquier clásico. Revisar o ver por primera vez las obras maestras de los genios del séptimo arte debería ser obligatorio. Fellini, Hitchcock, Bergman, Truffaut, Wilder, Huston, Ford… cualquiera de ellos sería una buena opción.

¿Qué es lo primero que vas a hacer cuando salgas?

Abrazar a mis padres y amigos e irme a La Manga a correr por mi playa hasta que desfallezca.

Fotos cedidas por el entrevistado.


Comparte este artículo