Es curioso que, formando parte de este colectivo, todavía me cueste definir a qué nos dedicamos y qué somos exactamente. Quizás sea porque, en el fondo, la respuesta es demasiado fácil: a nosotras nos gusta crear. Y crear bonito.
Hace ya bastante tiempo que conozco a Cristina Quiles, Ana Gil y Davinia Albaladejo. Diría que son unos 4 años. Estuve un temporada trabajando en Madrid y cuando volví impartí un curso de creatividad publicitaria. Afortunadamente, ellas se interesaron enseguida. No sé quién las engaño – le doy las gracias por ello-, pero la cosa es que finalmente se apuntaron. Es curioso porque, además de ser mis alumnas durante dos días, tardamos muy poco en conectar y darnos cuenta de que teníamos muchas inquietudes comunes. Aunque yo la quiero igual que al resto, a Susana Prat la conocí bastante después. Cosas de la vida, chicas que tienen el culo inquieto y les gusta hacer cosas y se presentan unas a otras.
La cuestión es que en una de nuestras quedadas de puesta al día, decidimos lanzarnos a la piscina y formalizar un poco el tinglado que teníamos montado. Siempre nos ha gustado la temática floral. Los que me conocen saben que tengo muchas plantas en casa. Unas duran más que otras, pero yo les doy mucho cariño a todas. Al resto también se les ilumina la cara cuando hablamos de flores. Y como todo esto iba de crear, nos bebimos dos cervezas – Alhambra, claro-, hicimos poesía y decidimos que todo esto se llamaría La Flora Creativa.
Parece mentira, pero de este momento hace muy poco. Lo que pasa, es que cuando algo te gusta y lo coges con ganas, todo empieza muy rápido y fluye muy bien. Tan bien, que en los últimos dos meses, ha pasado todo esto:
Susana es una valiente. Así que ofreció su casa e hicimos una primera fiesta clandestina de presentación. La llamamos “La Siembra” mandamos invitaciones y acudieron amigos y amigos de amigos. Y qué bien lo pasamos.
Como vimos que todo fluía, llegó el momento de llevar a todo el mundo al huerto. A finales de marzo, celebramos nuestra presentación oficial – “Te llevamos al huerto”– en El Huerto de Santa Eulalia. Leímos nuestro manifiesto, los amigos de Ítaca pusieron la bebida, nos acompañaron nuestras colegas de Murcia Sin Tabús, vendimos nuestro merchandising y nos lo pasamos mejor que bien con nuestros talleres florales. Fue una fiesta genial y una manera muy bonita de florecer y de presentarnos “al mundo”.
Para terminar, el primer fin de semana de abril, formamos parte del Festival de Educación Sexual Murcia sin Tabús. Pusimos nuestro market, hablamos de flores – y de otras cosas – y nos reímos muchísimo.
Además, en este mes de mayo y junio, tenemos varios talleres preparados que iremos comunicando a través de nuestras redes sociales.
Pero, volvamos al principio: ¿a qué demonios nos dedicamos nosotras y por qué existimos? Lo justo, es que si habéis leído hasta aquí, al menos intente explicarlo. En primer lugar aclarar que somos un colectivo 100% inclusivo. Nosotras, por cosas de la vida, somos cinco chicas, pero a todas nuestras fiestas y eventos han venido personas de ambos sexos. Por otro lado, no tenemos ningún fin en concreto. Limitar acota la creatividad, por lo que nosotras nos conformamos con compartir experiencias y conocimientos, acudir a eventos, llevar a cabo colaboraciones que puedan surgir y realizar actividades y talleres al aire libre y con muchas plantas y flores. Además, como esto tampoco va de ganar dinero, hemos producido un merchandising muy variado y original (camisetas, tote bags, chapas, bragas, semillas, espejos…) que nos permite poder invertir en seguir inventando cosas para pasarlo bien todos juntos y acudir a otros eventos.
Poco más me queda, dar las gracias a mis compañeras y aventura y aclarar que en nuestro colectivo, todo el mundo es bienvenido. Contactad con nosotros en redes sociales y, si queréis, seguidnos para estar al tanto de todos los talleres y actividades. ¡Nosotras nos apuntamos a un bombardeo y nos gusta mucho más cuando es en buena compañía!
Y es que, en el fondo, nosotras queremos reunir muchas flores para plantar el jardín más bonito del mundo.
Fotos: Laura Pascual.
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