Desde los inicios de la historia de la moda, los diseñadores emergentes plasman sus innovadoras ideas como concepto de cambio. Gemma, en este sentido, propone un cambio no solo estético, sino un cambio mental en la sociedad murciana, sobre cómo entender y sentir la moda. Ella tiene muchos motivos para hacerlo y en esta entrevista nos desvelará algunos de sus pensamientos y sentimientos a la hora de lanzarse en esta aventura.
Hace un par de meses que presentaste tu primera colección Cocollection en el Real Casino de Murcia. ¿Por qué el nombre de esta colección y por qué este lugar tan emblemático para lanzarla?
Pues la anécdota del nombre es cuanto menos curiosa (risas). Como sabéis, muchos de los tejidos llevan ilustraciones mías. Hay una que predomina sobre todas, y es la que contiene al Tekel (perro salchicha). Pues bien, ese es mi perro al que estaba tremendamente unida y que, por cierto, estudió conmigo toda la carrera. Falleció este año. Me di cuenta de que, en esta colección, influyó mucho en mis diseños, ya que todas la ilustraciones en las que aparece, son fotos suyas reales hechas dibujo por mí. Su nombre era Coco y de ahí nació Cocollection.
En cuanto al tema del lugar, siempre he admirado profundamente lo que significa un lugar tan emblemático como el Casino en Murcia. El poder lanzar mi colección ha significado un cúmulo de sensaciones, sueños cumplidos y oportunidades, y qué lugar mejor que ese, que te traslada completamente a un mundo de ensueño.
Cuéntanos un poco más sobre ti. ¿Dónde naciste?, ¿dónde has pasado tu infancia y adolescencia?
Pues nací en Murcia y toda mi infancia la he pasado en Murcia. En mi adolescencia he viajado mucho, y he tenido la oportunidad de observar muchas culturas. En esos viajes, casi siempre hechos en familia, nos hemos podido dar cuenta de lo bien que se vive aquí.
Como anécdota, tengo una muy divertida de mi infancia y mi lado artista.
Recuerdo que yo era pequeña y siempre he tenido mucha curiosidad por todo. Un día me entró curiosidad por saber qué se sentía cortando otra cosa que no fuera tela. Hablamos de que tenía un pelo larguísimo, más o menos por la cintura, y al día siguiente salía de paje en la boda de mi prima, tendría unos 6 años. Ni corta ni perezosa decidí usar esas tijeras, que siempre andaba usando para cortar trapitos, y ponerme manos a la obra. Mi madre acabó con un ataque de nervios cuando me vio, yo acabé con el pelo corto como un niño pero feliz con mi experiencia.
¿Por qué Gemma Pujalte elige el camino de la moda como futuro?
Pues sinceramente, llegó un momento de mi vida en el que tenía que empezar a decidir qué quería hacer con ella. Visualicé todo tipo de futuros, con todo tipo de carreras y ninguno me apasionaba. Siempre les decía a mis padres que no sabía lo que quería hacer, pero que tenía claro lo que no quería hacer. Me di cuenta de que no me veía haciendo otra cosa que no fuera diseñar o inventar mi propia ropa, era lo que hacía todo el tiempo… Cuando supe lo que quería, era algo muy revolucionario, no era como ahora, que la carrera de Diseño está a la orden del día, era bastante más raro, más inusual. Aún así decidí emprender ese camino y, desde entonces, no he dejado de sonreír y de agradecer a la vida por poder hacer de mi pasión mi profesión.
¿Qué hay de diferente en tu primera colección que no suela ser habitual en otros diseñadores?
En esta colección, sobre todo, lo que resalta son los estampados y un poco la filosofía de «do it yourself». Con esto quiero decir que un elemento muy relevante es la personalización. Por supuesto, con personalización no nos referimos sólo al tema estético sino también al ámbito físico. Personalizamos las telas, las formas y la ergonomía de la prenda.
¿Y la moda inclusiva? ¿Qué te hizo pensar en este aspecto de la moda y elegir este objetivo como el proyecto final de tus estudios?
Primero me gustaría dar la definición exacta de diseño inclusivo. Según Dupont. C (2014), “es un enfoque que garantiza que los productos diseñados satisfacen las necesidades de los ciudadanos de la manera mas amplia posible, sin importar edad o habilidad”.
Lo que me hizo pensar en esto fue mi hermana y todos los años que llevo observando sus dificultades. Ser diseñador no es sólo producir cosas preciosas e innovadoras, también existe la figura del diseñador como agente de cambio, y lo maravilloso es unir ambos conceptos, eso es para mí el diseño y la moda. Decidí explorar el campo más abandonado para este colectivo e indiscutiblemente llegué a una de mis pasiones, el diseño nupcial. Como he mencionado antes, soy cabezona y muy curiosa y empezaron a aparecer en mi cabeza mil ideas muy válidas para adaptaciones sin perder la estética del diseño ni la dignidad de la persona que lo lleva.
En el proyecto final nos muestras un traje nupcial femenino adaptado a una mujer con discapacidad. ¿En quién te apoyaste para su diseño? ¿Encontraste inconvenientes de patronaje o fornitura en el proceso de elaboración?
Decidí escoger esa adaptación porque era la que mejor conocía. Mi hermana usa andador, pero para distancias largas o actos que duren demasiado necesita silla de ruedas. Tenía la oportunidad de poder hacer un estudio ergonómico completo y conocer absolutamente todas sus necesidades, impedimentos y deseos.
Inconvenientes encontré muchos…(risas). Decidí reparar una silla de ruedas que estaba obsoleta y lo primero era tapizarla, aunque claro, no me fue nada fácil porque ningún tapicero se atrevía con ella. Por otro lado, la investigación del soporte, para que le permitiera llevar una cola tan larga como pudiera soñar, fue extensa. Respecto al patronaje, tenía claro que iba a ser diferente porque mi intención era adaptar el vestido a ella y no al revés. En definitiva, fue un trabajo duro pero ha producido la mayor de mis satisfacciones. Como dice siempre mi padre: “No existen problemas, existen soluciones”
¿En qué o quién te inspiras a la hora de realizar tus estampados?
En esta colección, me he inspirado mucho en mujeres trasgresoras a lo largo de la historia y cada estampado y cada patrón es la manera que tengo yo de interpretarlas.
En la presentación de tu colección pudimos observar americanas reversibles de variados estampados, camisetas, pantalones… ¿hay algo que se le resista a Gemma Pujalte?
(Risas). Supongo que habrá muchas cosas que se nos resistan, pero pronto le encontraremos solución. Tenemos una asignatura pendiente que es la moda masculina. Es un mundo muy diferente, con un tipo de costura (sastrería) muy exigente y esperamos poder, pronto, ponernos manos a la obra.
Tu página web ya está disponible para poder adquirir diseños de tu primera colección. Cuéntanos qué podremos encontrar y si tienes pensado incluir alguna función relevante a la hora de que el público realice algún pedido.
En la web podéis encontrar toda la colección que hemos presentado. También hemos incluido un apartado que se llama «reseñas y prensa» en el que iremos subiendo datos curiosos sobre moda e historia de la moda y nuestros clips de prensa. Por otro lado, estamos en vías de instalar una aplicación que permita al cliente poder realizar su propia americana, mezclando los modelos que ofrecemos, e incluso crear su propio estampado.
¿Te has planteado diseñar alguna prenda dirigida al público masculino?
Como he mencionado antes, no a corto plazo. Es un mundo muy diferente al de la moda femenina y nos encantaría adentrarnos, pero sin duda, a largo plazo.
Y finalmente Gemma, ¿cómo definirías al diseñador ideal? ¿Qué cualidades imprescindibles debe poseer?
Pues yo tengo muchísimos referentes, desde Cristobal Balenciaga por sus diseños súper estructurales; Chanel por su perfección en las americanas; Lorenzo Caprile, con el que tuve le placer de realizar mis prácticas, por su gran trabajo artesanal; y hasta diseñadores murcianos como Carmen Ramil, que sin duda, además de haber tenido el placer de ser su alumna en el máster que realicé, posee muchas de las cualidades que algún día me encantaría llegar a alcanzar, es toda una inspiración para mí.
Fotos cedidas por Gemma Pujalte
